martes, 17 de septiembre de 2013

Skulls of the Shogun

Skull of the Shogun, estrategia nippona desde el más allá

Con esa frase podríamos resumir más o menos de que va el juego, básicamente se trata de un juego de estrategia por turnos, con libertad para movernos dentro de los escenarios, no hay una limitación de cuadrícula, tenemos movimientos limitados por un círculo.

El movimiento y ataque está limitado al círculo de movimiento del personaje

En sí, es juego es sencillo, no tan ameno y divertido como debería ser y mucho menos innovador, es sin más un juego de estrategia del montón, cuyo único aliciente es la historia, la ambientación y el diseño artístico del juego.

Lo japonés vende es lo que hay


En Skulls of the shogun controlaremos a un general samurái Akamoto, caído en batalla, que vuelve del más allá en busca de venganza, por el camino iremos sumando súbditos a nuestra causa y matando a todos aquellos que se interpongan en nuestro camino.



El apartado artístico ambientado en la Japón medieval con samuráis, pero en el más allá y el ascenso de Akamoto hasta el mundo de los vivos es el único punto fuerte de este juego indie. El encuadre bidimensional de los escenarios y personajes hacen que estos estén bien desarrollados pero no dejan de ser un diseño monótono.

El ingame es sencillo dentro de la dificultad, podemos seleccionar el nivel de dificultad de la IA evidentemente, pero el sistema de combate es bastante simple y solo tendremos que utilizar con cabeza las unidades de las que disponemos, con una serie de skills, y magias, es resto es posicionamiento, defensa y ataque.

Y llegamos al peor punto del juego, pese a que el doblaje sea bueno, que no lo niego, las conversaciones, los diálogos sencillamente no sé si son traducciones literales o estamos ante un doblaje al estilo Kungfusion, con la típica gracieta de acentos andaluces y lenguaje autonómico, completamente absurdo y fuera de lugar, supongo que la intención de este doblaje es aumentar la escala de “humor” del juego, pero para mí sobra completamente y rompe con todo el apartado artístico del juego.


Por todo esto y pese a que ofrezca multijugador y el juego en si sea entretenido, hasta que la propia dinámica del sistema de combate te aburra, no pasa de un 6 y no está ni de lejos a la altura de otros juegos indies con un apartado visual similar aunque en otros géneros como Castle Crashers, un juego en mi opinión del que se esperaba mucho más de lo que ofrece.